Las enfermedades que una mala higiene bucal puede causarnos van desde una simple caries hasta enfermedades graves que pueden acabar con nuestra vida. Entre estas enfermedades tenemos:
Caries: Es una enfermedad de alta prevalencia y la más conocida por todo el mundo, pues es la más común en los centro de odontología. Es causada por los alimentos ácidos en descomposición, siendo principalmente los azucarados. La ausencia de una mala higiene bucal también provoca la enfermedad aunque recientemente se ha relacionado también con una mala genética. Cuando aparecen en la infancia se deben a factores dietéticos como hábitos incorrectos de lactancia materna, uso de biberón nocturno, hábito del chupón, factores ambientales y las no visitas a revisión bucal. En niños se relaciona con una patología transmisible, en cuyo contagio juega un rol fundamental el Streptococcus Mutans, el contagio de dicha bacteria se produce a través de la saliva. Las caries afectan la salud general y la calidad de vida.
Gingivitis: Es una enfermedad periodontal que causa una inflamación e infección de las encías que destruyen los tejidos de soporte donde se guarnecen los dientes. Esto puede incluir las encías, los ligamentos periodontales y los alvéolos dentales. Afecta tantos a niños como adultos. La gingivitis crea sangrado del borde gingivial (de ahí su nombre) y una rojez al pasar el cepillo por la encía. Es provocada por la acumulación abundante de bacterias (placas) entre la encía y el diente. Entre los factores que aumentan el riesgo de gingivitis tenemos la mala higiene bucal, el embarazo (los cambios hormonales aumentan la sensibilidad de las encías), la diabetes no controlada, dientes mal alineados, los bordes ásperos de las obturaciones y la aparatología mal colocada (correctores dentales, prótesis, puentes y coronas). El uso de ciertos medicamentos como el bismuto y algunas píldoras anticonceptivas. Puede aparecer durante la pubertad o durante las primeras etapas de la edad adulta debido a cambios hormonales.
Periodontitis: Infección e inflamación de los ligamentos y huesos que causa la pérdida gradual de las diferentes partes del diente (hueso, ligamento periodontal y cemento). La periodontitis ocurre cuando aparece la gingivitis y no es tratada. La infección e inflamación se diseminan desde las encías hasta los ligamentos y el hueso, haciendo que se pierda el soporte de los dientes, estos se aflojan y finalmente se caen. Esta enfermedad es la principal causa de pérdida de dientes en adultos. Este trastorno no es común en niños, pero se incrementa en la adolescencia. La periodontitis aumenta la tasa de destrucción ósea.
Cáncer Bucal: Aparece en los casos más extremos cuando no existe una limpieza adecuada debido a la extrema acumulación de gérmenes y bacterias. Se puede formar en cualquier parte de la boca y manifestar de diferentes formas como una inflamación, llaga o ulceración que dura mucho tiempo. La mayoría comienza con células planas que cubren superficies de la boca, lengua y labios. Cualquier persona puede tener cáncer bucal, pero el riesgo es más alto en hombres, consumidores de tabaco, personas con VPH o con antecedentes de cáncer en cabeza o cuello. La exposición frecuente al sol también es un factor de riesgo de cáncer en los labios. Se pueden presentar como manchas blancas o rojas en el interior de la boca, llagas que no se curan, hemorragias en la boca, caída de dientes, dolor de oído, problemas o dolor al tragar, bultos en el cuello. Es la peor enfermedad que puede generar una mala higiene dental y es el octavo tipo de cáncer más común en el mundo y el más caro de tratar. La incidencia es de entre 1 y 10 casos sobre 100.000 en la mayoría de países. El riesgo de padecerlo es 15 veces mayor si fumamos y bebemos alcohol.
Halitosis: Esta enfermedad también conocida como mal aliento, se define como el conjunto de olores desagradables que se emiten por la boca. Es un problema que ataca a una de cada dos personas. La halitosis oral es producida por una mala higiene bucal, o la acumulación de placa bacteriana en la lengua, caries, el consumo alto del tabaco. Este tipo de halitosis corresponde al 90% de los casos. La halitosis extraoral no se origina en la cavidad oral, se debe a trastornos sistemáticos del tracto respiratorio superior/inferior, del sistema digestivo, así como enfermedades hepáticas o renales y corresponde al 10% de los casos. El aliento puede cambiar con la edad, es posible que los ancianos sufran de esta enfermedad incluso con una buena higiene dental. Se debe tener cuidado con las prótesis dentarias, dentaduras postizas y puentes pueden acumular restos de comida, produciendo olores desagradables. Los periodos de ayuno y ciertas dietas como la ingesta de alimentos como cebolla y ajo favorecen el mal aliento, como también infecciones víricas, bacterianas o fúngicas de la faringe.
Investigaciones demuestran que los hombres que tienen antecedentes en enfermedades de las encías tienen más posibilidad de desarrollar cáncer de páncreas.
La enfermedad de la gingivitis se relaciona con la demencia senil o Alzheimer. La bacteria porphyromonas gingivalis destruye neuronas y causa síntomas como la pérdida memoria y confusión. Puede producir ataques al corazón, ya que las bacterias que crean la aparición de placas en las encías pueden “mudarse” al flujo sanguíneo y así aumentar el riesgo de un infarto.
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