Hielo. Masticar hielo es un hábito perjudicial que puede causarnos lesiones en los dientes.
Cítricos. Los cítricos son altamente ácidos, por lo que pueden erosionar el esmalte y hacer nuestros dientes más susceptibles de sufrir caries e hipersensibilidad dental.
Café y té. En su forma natural, el café y el té pueden ser opciones de bebidas saludables. Sin embargo, muchas personas les agregan azúcar, aumentando el riesgo de caries.
Vino tinto. El vino tinto contiene taninos, unas sustancias que fomentan la sequedad bucal y manchan nuestros dientes.
Dulces y caramelos. Los caramelos se adhieren a la parte interna de los dientes y no se desprenden tan fácilmente. Esto provoca una mayor producción de bacterias que al quemar el azúcar se convierten en ácido y va quitando el esmalte dental, ocasionando posteriormente caries.
Refrescos. Los refrescos contienen ácido fosfórico, que ataca al calcio de los dientes, especialmente al esmalte dental, haciendo que se vuelvan frágiles y vulnerables.
Pastas. Los alimentos a base de almidones, como las pastas, el arroz e incluso las papas, dañan los dientes porque se metabolizan en azúcares que producen ácidos que desgastan el esmalte dental.
Bebidas alcohólicas. El alcohol causa deshidratación y boca seca, lo que puede causar caries dental y otras infecciones orales. Su consumo excesivo aumenta las probabilidades de sufrir cáncer de boca, especialmente si lo combinamos con el tabaco.
Café y té. En su forma natural, el café y el té pueden ser opciones de bebidas saludables. Sin embargo, muchas personas les agregan azúcar, aumentando el riesgo de caries.
Vino tinto. El vino tinto contiene taninos, unas sustancias que fomentan la sequedad bucal y manchan nuestros dientes.
Dulces y caramelos. Los caramelos se adhieren a la parte interna de los dientes y no se desprenden tan fácilmente. Esto provoca una mayor producción de bacterias que al quemar el azúcar se convierten en ácido y va quitando el esmalte dental, ocasionando posteriormente caries.
Refrescos. Los refrescos contienen ácido fosfórico, que ataca al calcio de los dientes, especialmente al esmalte dental, haciendo que se vuelvan frágiles y vulnerables.
Pastas. Los alimentos a base de almidones, como las pastas, el arroz e incluso las papas, dañan los dientes porque se metabolizan en azúcares que producen ácidos que desgastan el esmalte dental.
Bebidas alcohólicas. El alcohol causa deshidratación y boca seca, lo que puede causar caries dental y otras infecciones orales. Su consumo excesivo aumenta las probabilidades de sufrir cáncer de boca, especialmente si lo combinamos con el tabaco.
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